Por Juan Tomás Valenzuela
Igual que cantó Girón,
tá cantando el no-vidente,
denunciando abiertamente
lo de aquel sorteo burlón.
Lo que en la televisión
el pueblo vió el día primero,
no le encuentran bajadero
ni salida inteligente,
y culpan al no-vidente
de corrupto y bandolero.
Pero al igual que Girón,
el ciego Miguel Mejía
dice que él no dirigía
ese acto de corrupción.
Él sólo ensayó el guión
al que le dieron acceso,
por 800 mil pesos
y la promesa expedita,
de entregarle una casita
si de este lío salía ileso.
Pero se jodió la vaina,
porque en todo este mareo,
al que editaba el vídeo
no le pagaron la hilaina.
Ahora el ciego no se amaina
e igual que Raúl Girón,
busca que su situación
en esta causa perdida,
pueda hayarle una salida
distinta a la de Rondón.
Ahora Miguel, se confiesa,
dice que no pasó el bolo
que ha armado tanto arrebolo
con la locutora aviesa.
Que él tan solo fue una pieza
de un contubernio entramado,
desde cuando los taimados
que dirigían la farruca,
eran, Fréderic Marzouka
y el ungido descarriado.
Juan de los Palotes
18 mayo 2021